miércoles, febrero 16, 2011

El Significado de la Pureza Física - Leslie Ludy



El Significado de la Pureza Física
Por Leslie Ludy

La mayoría de nosotros no entendemos la importancia de la pureza, porque no comprendemos el significado del pacto matrimonial. Una boda no es meramente una ceremonia en la cual te comprometes verbalmente a amar al otro por el resto de tu vida. Una boda es un intercambio sagrado--un pacto santo en el que dos vidas se hacen una. Hasta que hayan entrado en ese pacto, todavía son individuales--no importa que tan comprometidos estén en la relación. Una vez entren a ese pacto sagrado dejaran de ser dos individuos, y serán "una sola carne." Entonces es allí y sólo allí que eres totalmente libre de disfrutar la intimidad física sin aprehensiva vergüenza. Si se involucran en caricias sensuales antes de entrar a ese pacto sagrado, deshonran el diseño perfecto de Dios y se exponen a ustedes mismos abiertamente para que el enemigo arruine la belleza y la nobleza de su relación. La Palabra de Dios dice:

Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. (Heb 13:4 RV60)


Cuando escogemos involucrarnos en intimidad sexual antes del intercambio de votos, deshonramos la santidad y la pureza del matrimonio. La palabra "fornicación" en las Escrituras puede parecer vaga al principio, pero no hay nada de vago en ella. De acuerdo al patrón de Dios, cualquier expresión sexual fuera del pacto matrimonial es considerado fornicación.

Para mantener el matrimonio sagrado, debemos mantener sagradas TODAS las expresiones de intimidad sexual. Esto puede sonar extraño, pero Eric y yo decidimos ni siquiera besarnos hasta el día de nuestra boda. Quisimos salirnos de nuestros propios caminos para mantener sagrada cualquier forma de intimidad. Mi padre una vez nos dijo, "Cualquier cosa física que guarden para su matrimonio sólo se hará mas hermosa y satisfactoria con el pasar del tiempo. Cualquier cosa que se expresen antes de tiempo, eventualmente perderá su brillo." Cuando pusimos en practica ésta sabiduría, comprobamos que era verdad. Aun hasta este mismo día, siempre que compartimos un beso es tan hermoso como lo fue en nuestro día de bodas. En lugar de hacernos la pregunta --"¿Qué tan lejos podemos llegar?" Dios nos retó para comenzar a hacernos una nueva pregunta --"¿que tan lejos podemos llegar, para honrarlo a El en esta área de nuestras vidas?" E hicimos nuestra meta vivir sin siquiera un asomo de impureza en nuestra relación física, y descubrimos que los caminos de Dios son realmente hermosos y perfectos.

Porque nos guardamos en nuestra relación física, ¡con el tiempo todo ha crecido y se ha hecho mas maravilloso, satisfactorio, y más emocionante cada año!


Cuando las parejas vigilantemente protegen la pureza física de sus relaciones a toda costa, aun cuando parezcan ir a los "extremos" para guardar todo para el pacto sagrado del matrimonio, Dios honra y bendice la relación con mayor belleza y romance Celestial que lo que ellos pudieron haber esperado o soñado.*

Rompiendo con patrones de pecado y las adicciones - Nancy Leigh DeMoss

1a. Parte


2da. Parte

Por: Nancy Leigh DeMoss

Voz y traducción al español: Patricia Saladín


martes, febrero 08, 2011

Jeremias 46 - Martin Stendal


Las dos Predicas que dio Martín Stendal el pasado domingo sobre Jeremías 46 , todo fue sobre profecía, básicamente con lo que está sucediendo en este momento en Egipto. Asi como se van cumpliendo las cosas en lo natural así va pasando en lo espiritual. Yo les recomiendo que si las van a escuchar, tengan a la mano la Biblia y sería bueno que tomaran apuntes. Escúchenlas sin interrupciones (Móvil, Internet, etc).

Cuando Martín Stendal ha hablado como lo hizo en estas predicas hoy, después hemos visto que las cosas se han ido cumpliendo conforme a lo que él explicó.

Que el Señor nos permita estar avisados en estos tiempos que anteceden a su Segunda Venida. Un abrazo y muchas bendiciones.

Jeremias 46 Primera Parte


Jeremias 46 Segunda Parte

lunes, febrero 07, 2011

La Marca Distintiva del Cristiano


Libertad o esclavitud - ¿Cuál es la marca distintiva del cristianismo? En una generación obsesionada con la libertad, la realización y la autonomía, el voto ha sido dado por adelantado y, la mayoría de las veces por la libertad. Pero la Biblia es perfectamente clara – la esclavitud es el centro de lo que significa ser un verdadero cristiano. Es tiempo de reafirmar esta noción que no se acepta: los verdaderos cristianos son esclavos de Cristo.

Jesús es Señor (1 Cor. 12:3) es el artículo distintivo de la cristiandad y marca la confesión esencial de la fe (Romanos 10:9). Jesús lo proclamó a Sus discípulos, Sus enemigos y Sus indagadores casuales por igual – y Él rehusó suavizar sus consecuencias.

La expresión “Señor” (kurios) habla de posesión, mientras “Maestro/Señor” (despotes) denota un derecho incuestionable a mandar (Juan 13:13; Judas 4). Ambas palabras describen un dueño con dominio absoluto sobre alguien más. Eso explica la incredulidad de Jesús en la práctica de aquellos quienes le rendían homenaje a Él con sus labios, pero no con sus vidas: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46).

Doulos frecuentemente describe lo que significa ser un verdadero cristiano: “Asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo [doulos] es de Cristo. Por precio fuisteis comprados” (1 Corintios 7:22-23). Describe la más baja y lamentable unión de esclavitud; servirle no es una opción.

Una Traducción Engañosa

Desafortunadamente, los lectores de la Biblia en inglés por un tiempo largo han sido protegidos de la fuerza total de doulos, debido a la tendencia antigua de traducirlo como “siervo” o “consiervo”. Esta tendencia es lamentable, porque el servicio y la esclavitud no son la misma cosa. “Nadie puede ser esclavo de dos amos” (Mateo 6:24) es más lógico que “Nadie puede servir a dos señores”. Un empleado con dos trabajos sí puede servir a dos señores; pero un esclavo no. La Escritura repetidamente llama a los cristianos “esclavos” (1 Corintios 6:19-20), comprados para Dios (Apocalipsis 5:9). Esta es la misma esencia de lo que significa ser cristiano (Romanos 14:7-9).

Un Concepto Repugnante

La palabra esclavo no solamente tiene connotaciones negativas, pero nuestra generación también está obsesionada con los conceptos de libertad, realización y autonomía. La fe salvadora y el discipulado cristiano han sido reducidos al dicho común de “una relación personal con Cristo”. Es difícil imaginar un cambio más catastrófico de lo que significa ser cristiano. Muchas personas (incluyendo a Judas y Satanás) tuvieron alguna clase de “relación personal” con Jesús durante Su ministerio en este mundo sin someterse a Él como Señor. Pero únicamente Sus verdaderos amigos fueron aquellos quienes hicieron lo que Él dijo (Juan 15:14).

Una Verdad Difícil

La esclavitud a Cristo no es una característica menor o secundaria del discipulado verdadero. Es exactamente como Jesús mismo definió la “relación personal” que Él debe tener con cada creyente genuino (Juan 12:26; 15:20). De hecho, los aspectos fundamentales de la esclavitud son los mismos de la redención. Somos escogidos (Efesios 1:4-5; 1 Pedro 1:2, 2:9); comprados (1 Corintios 6:20; 7:23); hechos de su propiedad (Romanos 14:7-9; 1 Corintios 6:19); sujetos a Su voluntad y control (Hechos 5:29; Filipenses 2:5-8); llamados a rendir cuentas (Romanos 14:12); evaluados (2 Corintios 5:10); y ya sea castigados o recompensados por Él (1 Corintios 3;14; Hebreos 12:5-11). Todos esos son componentes esenciales de la esclavitud.

Una Presentación Divina

Jesús presentó la metáfora del esclavo en el Nuevo Testamento. Él hacía frecuentemente una conexión directa entre la esclavitud y el discipulado (Mateo 10:24-25). Sus palabras reflejan lo que cada discípulo verdadero debe anhelar y escuchar al final de su vida: “‘Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor” (Mateo 25:21).

Jesús siempre describió al discipulado verdadero en esos términos, sin esfuerzo de ajustar el mensaje para hacerlo más atractivo a los pecadores de mente mundana. Él nunca silenció lo que costaría seguirlo. Aspirantes a discípulos, quienes trataron de establecer términos diferentes, fueron siempre rechazados (Lucas 9:59-62).

Esclavos que Son Amigos

Posiblemente el pasaje clave del mandato de Jesús para la obediencia implícita, es uno al que se alude en Juan 15:14-15: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”.

Aquí, el principio fundamental es la obediencia. Jesús no estaba sugiriendo que Su favor podría ser ganado por medio del servicio. Mas bien, Él estaba diciendo que la obediencia es una prueba singular de que alguien es Su amigo. La obediencia implícita a Sus mandamientos es el fruto natural del amor genuino a Él – la marca que indica una fe auténtica y salvadora.

¿Por qué, entonces, Él dice, “Ya no os llamaré siervos…pero os he llamado amigos”? (v.15) ¿Estará expresamente diciéndoles que su relación con Él ahora era una amistad familiar y personal entre colegas, en vez de una relación entre señor y esclavo gobernada por la autoridad y la sumisión?

En absoluto. Los apóstoles seguían siendo Sus esclavos, porque eso es precisamente lo que eran. Él simplemente dijo que eran Sus amigos y también Sus esclavos. Él explica, “El siervo no sabe lo que hace su señor”. A un esclavo no se le da ninguna explicación o justificación. Pero Jesús no mantuvo ningún secreto con Sus discípulos: “porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer (v. 15). Entonces, ellos eran mucho más que simples esclavos para Él. Ellos también eran sus amigos, cómplices de Sus pensamientos y propósitos (c. 1 Corintios 2:16).

La Esclavitud y la Verdadera Libertad

Entonces, si es entendido correctamente, el evangelio es una invitación a la esclavitud. Por un lado, el evangelio es una proclamación de libertad al cautiverio del pecado y la libertad a las personas que están desechas por la esclavitud del poder del pecado sobre ellas. Por otro lado, es un requisito a una esclavitud completamente diferente: “Y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (Romanos 6:18; c. 1 Pedro 2:16).

Ambas partes de la ecuación son vitales. Hay una libertad gloriosa en ser esclavos de Cristo (Juan 8:36), pero significa el final de la autonomía humana para el verdadero seguidor de Cristo. En otras palabras, todos sirven a un señor. Todos somos esclavos de una forma u otra (Romanos 6:16-21).

No existe una manera legítima de adaptar el mensaje para hacerlo más atractivo a la gente quien admira a Jesús pero no está preparada para servirle. Jesús no buscó admiradores; Él llamaba a seguidores – no seguidores casuales, llamaba a esclavos. Remover ese espíritu de sumisión, y la clase más profunda de “admiración” por Cristo, es un fraude espiritual que no tiene nada que ver con la verdadera fe.

Publicado por Lumbrera Feb, 7/2011 [11:10 AM]



jueves, febrero 03, 2011

Una Luz en la Oscuridad

William Carey viajó a la India en 1793 con su reacia esposa y cuatro hijos para llevar el mensaje de Jesucristo a estos hombres y mujeres viviendo sin la esperanza del evangelio. Enfrentó tanto sufrimiento allí que es asombroso que William Carey no haya abandonado su misión y regresado a su país.
Todo lo contrario, se quedó por 40 años y enseñó la Palabra de Dios a este país. Fue nombrado "Padre de las Misiones Modernas." Carey supervisó más traducciones de la Biblia que se hayan hecho en la historia del cristianismo. La vida nunca le fue fácil, pero Carey simplemente se negó a abandonar su llamado. Su fe se probó cuando un fuego desbastador destruyó todo su trabajo literario. Su vida ha inspirado a un sin número de personas tanto de su época como del presente.
Una Llama en la Oscuridad muestra una vida dedicada a Dios y obediente a su llamado. Esta obediencia le llevó a hacer un gran impacto para la obra de Dios.

Como pasar el dia con Dios – Richard Baxter

Una vida santa es propensa a hacer más fácil cuando sabemos la secuencia y método de nuestras responsabilidades con todas las cosas acomodándose en su lugar apropiado. Por lo tanto, os daré algunas breves directrices para pasar el día de una manera santa.

El Dormir

Mide apropiadamente el tiempo de tu sueño de manera que no malgastes tus preciosas horas de la mañana de forma lenta y pesada en tu cama. Que el tiempo de tu sueño se corresponda con tu salud y trabajo, y no con el placer perezoso.

Primeros Pensamientos

Haz que Dios tenga tus primeros pensamientos al despertarte; levantad vuestros corazones a Él de manera reverente y con acción de gracias por el descanso disfrutado la noche anterior y entregaos vosotros mismos a Él por el día que continúa. Familiarízate de manera tan consistente con esto que tu conciencia pueda inspeccionarte cuando los pensamientos comunes se entrometan de primeros. Piensa en la misericordia del descanso de una noche y de cuántos han pasado esa noche en el Infierno; cuántos en prisión; cuántos en alojamientos fríos y duros; cuántos sufriendo de dolores y enfermedades agonizantes, cansados de sus lechos y de sus vidas. Piensa en cuántas almas fueron llamadas de sus cuerpos esa noche para aparecer aterrados ante Dios y, ¡piensa en cuán rápidamente pasan los días y las noches! ¡Con cuánta rapidez se fue tu noche pasada y vendrá tu día de mañana! Pon atención de aquello que le está faltando a tu alma en preparación para tal tiempo y búscalo sin demora.

Oración

Que la oración que haces a solas (o con tu cónyuge) tome lugar antes de la oración colectiva de la familia. Si es posible que sea de primero, antes que cualquier trabajo del día.

Adoración en Familia

Que la adoración en familia se realice de manera consistente en un momento cuando sea más probable para la familia el estar libre de interrupciones.

Propósito último

Recuerda tu propósito último, y cuando te dispongas para tu día de trabajo o emprendas cualquier actividad en el mundo, que la SANTIDAD AL SEÑOR esté escrita en vuestros corazones en todo lo que hagan. No hagas ninguna actividad sobre la cual no puedas dar derechos a Dios, y di verdaderamente que Él te ha establecido en ello, y no hagas nada en el mundo para ningún otro propósito último que no sea agradar, glorificar y disfrutar de Él. “Hacedlo todo para la gloria de Dios.” – 1 Corintios 10:31.

Diligencia en Vuestro Llamado

Dedícate a las tareas de tu llamado de manera cuidadosa y diligente. De esta forma: Mostraréis que no sois perezosos ni siervos de vuestra carne (como aquellos que no pueden negarla con facilidad), y así fomentarás el poner a la muerte todos los deseos y pasiones carnales que son alimentados por la facilidad y la holgazanería.

Mantendrás alejados los pensamientos ociosos de tu mente, que pululan en las mentes de las personas frívolas.

No perderás tiempo precioso, algo de lo cual las personas frívolas son culpables diariamente.

Estarás camino de obedecer a Dios mientras que los perezosos se encuentran en constantes pecados de omisión.

Puedes tener más tiempo para pasarlo en deberes santos si te dedicas a tu ocupación de manera diligente. Las personas frívolas no tienen tiempo para la oración y la lectura porque pierden tiempo vagando en su trabajo.

Puedes esperar la bendición de Dios y su provisión confortable tanto para ti como para tu familia.

Esto también puede estimular la salud de tu cuerpo el cual incrementará su competencia para el servicio de vuestra alma.

Las Tentaciones y las Cosas que Corrompen

Mantente totalmente al corriente de tus tentaciones y de las cosas que puedan corromperte – y vigílalas durante todo el día. Debieses vigilar, de manera especial, las cosas más peligrosas que corrompen, y aquellas tentaciones que tu compañía o negocio inevitablemente pondrán ante ti.

Vigila los pecados dominantes de la incredulidad: la hipocresía, el egoísmo, el orgullo, la complacencia de la carne y el amor excesivo por las cosas terrenales. Ten cuidado de ser arrastrado hacia la mentalidad mundana y a las preocupaciones excesivas, o de planes codiciosos para descollar en el mundo, bajo la pretensión de diligencia en tu llamado.

Si has hacer tratos o comerciar con otros, sé vigilante en contra del egoísmo y todo lo que huela a injusticia o falta de caridad. En todos tus tratos con otros, mantente vigilante contra la tentación de la charla vacía y frívola. Vigila también a aquellas personas que te tentarán a la ira. Mantén la modestia y la limpieza del lenguaje que requieren las leyes de la pureza. Si conversas con aduladores, mantente en guardia contra el orgullo hinchado. Si conversas con aquellos que te desprecian y hieren, fortalécete en contra del orgullo vengativo e impaciente.

Al principio estas cosas serán muy difíciles, mientras el pecado tenga alguna fuerza en ti, pero una vez que hayas alcanzado una conciencia continua del peligro venenoso de cualquiera de estos pecados, tu corazón los evitará fácilmente y de buena gana.

Meditación

Cuando te encuentres solo en tus ocupaciones, mejora el tiempo con meditaciones prácticas y benéficas. Medita en la bondad y en las perfecciones infinitas de Dios; en Cristo y la redención; en el Cielo y en cuán indigno eres de ir allí y cómo mereces la miseria eterna en el Infierno.

El Único Motivo

Cualquier cosa que estés haciendo, acompañado o solo, hazlo todo para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). De otra forma, es algo inaceptable para Dios.

Redimiendo el Tiempo

Asígnale un gran valor a tu tiempo, sé más cuidadoso de no perderlo como lo eres de no perder tu dinero. No dejes que las recreaciones sin valor, la televisión, la charla frívola, la compañía poco provechosa, o el sueño, te roben tu precioso tiempo.

Sé más cuidadoso en escapar de esa persona, acción o curso de vida que te robaría tu tiempo de lo que serías en escapar de ladrones y asaltadores.

Asegúrate que no estés meramente ocupado, sino más bien que estás usando tu tiempo en la manera más provechosa que puedas y no prefieras un camino menos provechoso ante uno de mayor provecho.

Comer y Beber

Come y bebe con moderación y agradecimiento por la salud, no por placer sin provecho. Nunca complazcas tu apetito por la comida o la bebida cuando sea propensa a perjudicar tu salud. Recuerda el pecado de Sodoma: “He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas” – Ezequiel 16:49.

El Apóstol Pablo lloraba cuando mencionaba a aquellos “enemigos de la cruz de Cristo… el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal” – Filipenses 3:18-19. Porque si vivís conforme a la carne, moriréis (Romanos 8:13).

Pecados Predominantes

Si alguna tentación prevalece en tu contra y caes en cualquier pecado además de las fallas habituales, laméntalo inmediatamente y confiésalo a Dios; arrepiéntete rápidamente cualquiera que sea el costo. Ciertamente que te costará más si continúas en el pecado y permaneces sin arrepentirte.

No trates de manera trivial tus fallas habituales, sino confiésalas y lucha contra ellas diariamente, teniendo cuidado de no agravarlas por la falta de arrepentimiento y el desprecio.

Relaciones

Acuérdate cada día de las obligaciones especiales de las varias relaciones: sea como esposos, esposas, hijos, jefes, siervos, pastores, magistrados, súbditos. Recuerda que toda relación tiene su responsabilidad especial y su ventaja para hacer algún bien. Dios requiere tu fidelidad en este asunto lo mismo que en cualquier otro deber.

Cerrando el Día

Antes de regresar a dormir, es sabio y necesario revisar las acciones y bendiciones del día que ya va pasando, para que podáis estar agradecidos por todas las misericordias especiales y humildes por todos tus pecados.

Esto es necesario para que puedas renovar tu arrepentimiento lo mismo que vuestra resolución de obedecer, y para que podáis examinaros vosotros mismos para ver si vuestra alma se hizo mejor o peor, si el pecado ha bajado y la gracia ha subido y si estáis mejor preparados para el sufrimiento, la muerte y la eternidad.

Que estas directrices puedan grabarse en tu mente y que se hagan la práctica diaria de tu vida.

Si te adhieres con sinceridad a ellas, te conducirán a la santidad, la fructificación y la quietud de tu vida y te añadirán una muerte confortable y pacífica.



miércoles, febrero 02, 2011

¿Hay Crisis en la Iglesia de Hoy? - Chuy Olivares

¿Dónde está el Dios de Elías? Leonard Ravenhill

A la pregunta: ¿Dónde está el Dios de Elías? Respondemos: Pues ¡donde ha estado siempre: en su trono! Pero ¿dónde están los Elís de Dios?

Sabemos que Elías era un hombre «de pasiones semejantes a las nuestras», pero, ¡ay!, nosotros no somos hombres de oración como él. Hoy Dios parece olvidar a los hombres de oración; no porque somos demasiado ignorantes, sino porque somos demasiado auto suficientes. ¡Hermanos, nuestras capacidades son nuestros impedimentos y nuestros talentos piedras de tropiezo!

Elías salió de la oscuridad al escenario del Antiguo Testamento como un hombre maduro. La reina Jezabel aquella hija del infierno, había destruido a los profetas de Dios reemplazándoles por sacerdotes de divinidades falsas. Oscuridad espiritual cubría la tierra. El pueblo estaba ciego y bebía la iniquidad como agua. Cada día se levantaban nuevos templos paganos, donde se practicaban crueles ritos en los que perecían inocentes víctima humanas de niños y doncellas.

Todo esto ocurría en un pueblo que llamaban a Abraham su padre, y cuyos antepasados habían clamada a Dios en sus tribulaciones y habían sido librados de todas sus angustias. El Señor de gloria parecía ausente y la san había perdido su sabor. El oro se había convertido en escoria. Sin embargo, de su profunda apostasía Dios levantó a un hombre ―no un comité, ni una secta, ni un ángel sino un HOMBRE―, y un hombre de pasiones semejante a las nuestras. Dios llamó á un hombre, no a predicar, sino «a estar en el portillo». Como Abraham en antiguos tiempos, así ahora Elías «estuvo ante el Señor». Por esto el Espíritu Santo pudo escribir su biografía en dos palabras: «Ellas oró» Nadie puede hacer nada más importante para Dios y para los hombres. Si la Iglesia tuviera hoy tantos ardientes intercesores como tiene consejeros diligentes, veríamos el despertamiento universal antes de un año.

Tales hombres de oración son siempre benefactores nacionales. Elías era uno de éstos. Oyó una voz, vio una visión, experimentó un poder, se enfrentó con un enemigo y, contando con Dios como aliado, obtuvo una gran victoria.

Las lágrimas que derramó, las angustias que sufrió y los gemidos que profirió están escritos en el Libro de las Crónicas de Dios. Por fin, Elías emergió con la infalibilidad de un profeta. Conoció la mente de Dios. Por tanto, un solo hombre conquistó una nación y alteró el curso de la Naturaleza. Este, «desecho de los hombres», se mantuvo firme e inconmovible como los montes de Galaad cuando cerró los cielos con su palabra. Por la llave de la fe, que se adapta a todos los cerrojos, Elías cerró los cielos, se puso la llave en el bolsillo y Acab tembló. Aunque es maravilloso cuando Dios se apodera de un hombre, es todavía mas admirable cuando un hombre se apodera de Dios. Que un hombre de Dios «gima en el espíritu», y Dios clamará: «Dejadme hacer.» Nosotros quisiéramos las proezas de Elías, pero no sus destierros.

Hermanos, si hacemos la obra de Dios, a la manera de Dios, en el tiempo de Dios y con el poder de Dios, tendremos la bendición de Dios y las maldiciones del diablo. Cuando Dios abre las ventanas del cielo para bendecirnos, el diablo abre las puertas del infierno para atacarnos. La sonrisa de Dios significa el ceño del diablo. Los simples predicadores no pueden ayudar ni dañar a nadie; pero los profetas conmueven a todo el mundo y hacen desesperar a algunos. El predicador suele ir con la multitud, el profeta va en contra. Un hombre pobre, pero ardiente y lleno de Dios, será tildado de mal patriota porque habla contra los pecados de su nación; de severo, porque su lengua el una espada de dos filos; de desequilibrado, porque el peso de la opinión está en su contra. El predicador será ensalzado, el profeta abucheado.

¡Ah, hermanos predicadores! Amamos a los santos de la antigüedad, mártires y reformadores. Veneramos a nuestros Luteros, Bunyans, Wesleys, Asburys, etc. Escribimos sus biografías, reverenciamos su memoria, redactamos respetuosos epitafios, les construimos monumentos Lo hacemos todo menos imitarles. Veneramos como reliquia hasta la última gota de su sangre; pero nos guardamos de derramar una gota de la sangre nuestra.

Juan el Bautista pudo mantenerse seis meses en prisión; pero él y Elías no podrían permanecer seis semana en la calle de una ciudad moderna. Los encerrarían en manicomio por reprender el pecado y no silenciar su mensaje.

Los evangelistas de nuestros tiempos lloran el poder de los sistemas ateos, pero cierran la boca ante la amenaza de la religión nominal y apóstata. América se estremecería de costa a costa si algún predicador famoso atacara, a las religiones humanamente organizadas y sus errores; nadie siente compasión por las multitudes engañadas, en vida y en muerte, con formas nocivas de religión. Tales multitudes tienen que conmovernos, como conmovieron a Elías circunstancias parecidas. El enemigo ha venido como un río. ¿No hay ningún guerrero de Dios, revestido con la armadura del Espíritu Santo, capaz de levantar bandera contra él? Sólo un lugar mantendrá el corazón en pasión y los ojos en visión. Este lugar es la cámara secreta de la oración. Elías, con un volcán en el corazón y voz de trueno, apareció en el reino de Israel para un tiempo como ése.

Las dificultades para la evangelización mundial si muchas en nuestros días. Pero las dificultades dan lugar a hombres decididos. ¿Has llegado ante ríos que te parecen invadeables? ¿Te hallas ante montañas incruzables Dios es especialista de cosas imposibles para todo otro poder.

Pero el precio es alto. Dios no quiere ser nuestro aso ciado sino a condición de ser dueño.

Elías vivió con Dios. Consideró los pecados de la nación como pecados contra Dios; se entristeció sobre tales pecados como Dios mismo, y habló contra ellos como Dios. Fue tan apasionado en sus oraciones como en su denuncia del mal. Su predicación era como fuego y los corazones de los hombres como metal fundido.

Pero «los pasos del hombre de bien son ordenados por (el Señor» (Salmo 37:23). El Señor dijo a Elías: «Esconderte», y más tarde dijo: «Muéstrate». Habría sido un gran error esconderse cuando tenía que reprender a reyes por el amor de Dios, y peligroso desafiarles sin orden expresa del Señor. Es un error predicar si el Espíritu nos ordena esperar en el Señor. Debemos aprender a decir como David: «Alma mía, espera siempre en Dios» (Salmo 62:5). ¿Quién se atreverá a pedir a Dios cortar todos nuestros propios apoyos? Los caminos de Dios no son nuestros caminos. Sus caminos son «escondidos», pero El nos los revela por el Espíritu Santo.

¿Le ordenó Dios alojarse en Chêrit y Sarepta en algún gran hotel? ¡Oh, no! ¡A este profeta de Dios, a este predicador de la justicia le fue ordenado alojarse en casa de una viuda pobre!

Más tarde la oración de Elías fue un modelo de oración concisa: «Escúchame, oh Señor, escúchame, para que este pueblo pueda conocer que Tú eres el Señor y que Tú has cambiado su corazón» (1.ª Reyes 18:37). E. M. Bounds tiene razón al decir que las oraciones breves en público son el resultado de largas oraciones en secreto. Elías oró, no por la destrucción de los profetas idólatras, ni que cayeran rayos sobre el rebelde pueblo de Israel, sino para que la gloria y el poder de Dios se revelaran como Dios quisiera.

Nosotros tratamos de ayudar a Dios a salir de las dificultades. Recordad que Abraham lo intentó, y hasta el día de hoy el mundo sufre su error a causa de Ismael. En cambio, Elías trató de poner las cosas más y más difíciles para Dios. ¡Pidió fuego e hizo empapar el altar de agua! Dios quiere vernos atrevidos en nuestras oraciones. «Pídeme y te daré las gentes por heredad, y por posesión tuya los términos de la tierra» (Salmo 2:8). ¡Oh hermanos ministros! La mayoría de nuestras oraciones son advertencias y consejos a Dios. Nuestra oración está teñida de egoísmos, ya sea para nosotros mismos, para nuestra denominación o para nuestro grupa ¡Perezca tal pensamiento! Nuestro objetivo debe ser Dios solo. Es su honor el que está puesto en juego. Su bendita Hijo el que es despreciado e ignorado. Sus leyes, quebrantadas. Su nombre, profanado; su Libro, olvidado, y su Casa, convertida en un círculo de actividades recreativas Dios necesita mucha paciencia para con las oraciones de su pueblo. Le decimos lo que tiene que hacer y cómo. Hacemos juicios y formulamos apreciaciones cuando oramos. En una palabra: lo hacemos todo menos orar. Sin embargo, en ninguna Escuela Dominical puede aprenderse este arte. ¿Qué escuela bíblica tiene la oración como una de sus asignaturas? La ciencia más importante que uno puede estudiar es la oración según la Biblia. Pero ¿dónde se enseña semejante ciencia? Liándonos la manta a la cabeza nos atreveremos a decir que muchos de nuestros presidentes y maestros no oran ni derraman lágrimas ante Dios. ¿Cómo pueden enseñar lo que no saben?

La persona que pudiera inducir a muchos creyentes a orar levantaría el más grande despertamiento que el mundo haya conocido. La falta no está en Dios. «El es poderoso para hacer conforme al poder que obra en nosotros». El problema para Dios hoy día no es el Ateísmo, ni la Religión falsa, ni el Liberalismo o Modernismo. El problema para Dios es el Fundamentalismo muerto.

El evangelismo y el despertamiento., aunque íntimamente unidos, no deben ser confundidos. El despertamiento es una experiencia de la Iglesia; el evangelismo, una expresión de la Iglesia. [Paul S. Rees]

Dios nunca ha tenido el propósito de que su Iglesia sea mi refrigerador para conservar la piedad; sino una incubadora de nuevos convertidos. [F. Lincicome]

¿Soy yo, Señor? [Los apóstoles]

¿Has llegado ante ríos invadeables? ¿Te hallas quizá ante montañas incruzábles? Dios es especialista de cosas imposibles Y se complace en hacer .Lo imposible a todo otro poder.

¡Señor, ayúdanos a obtener popularidad donde ésta llene verdadero valor: En la Corte Celestial!

Diez Monedas y una Camisa - Leonard Ravenhill

Diez monedas y una camisa - Paris Reidhead from salvacioneterna on Vimeo.